Es curioso como a veces las cosas no salen como uno las planea. La idea era que mi hermana y yo vieramos la serie de Honey and Clover en un acto de exorcismo para purificar el alma de mi hermana. Curiosamente al estar yo ahí, sin darme cuenta, resulté también afectado.
Para los que no lo recuerden, hace ya más de un año escribí un post sobre Honey and Clover, una serie de anime y manga que cuenta las aventuras diarias de un grupo de estudiantes de la Escuela de Artes Hamabi.
A lo largo de 36 episodios podemos conocer las historias de amor y tragedia de cinco estudiantes universitarios en su proceso por convertirse en adultos y encontrar el significado de sus vidas. La profundidad y complejidad de sus historias es tan grande que uno podría jurar que son reales. Y al final, uno sólo puede maravillarse de la capacidad que tiene una historia de arrancarle a uno un pedazo del corazón y no devolverlo jamás.
En esta ocasión, pude identificarme en forma más clara con las dudas y cuestionamientos que asechan en varios momentos a los personajes de la serie. Especialmente pude asimilar como propios los sentimientos de Takemoto, el protagonista de la serie, quien a unos meses de terminar su carrera no sabe aún qué hará de su vida y siente que aún no ha descubierto aquello en lo que es verdaderamente bueno.
Así poco a poco, muchas interrogantes fueron surgiendo, como si me encontrara frente a un espejo, y no frente a una pantalla de proyección. A veces, me pregunto si todo se resume simplmente a que tengo miedo a madurar, a tener que convertirme en un adulto o a que aún no tengo una respuesta clara a la pregunda de qué quiero hacer con mi vida.
Muchos de ustedes me recuerdan a Mayama, el personaje más maduro de la serie. Muchos de ustedes ya han iniciado sus propios proyectos, ya tienen sus primeros empleos y sus primeros planes e inversiones. No saben cuanto los admiro por eso y cuanto desearía aprender de ustedes. Gracias a ustedes sé que no debo rendirme, y que no debo perderme en el camino ni desaprovechar mi vida.
Pero no todo es desesperanza y confusión. El ver la serie nuevamente ha sido un gran motivador para mí. He podido encontrarme otra vez con un personaje maravilloso, Hagu-chan, la niña de cabellos dorados que pinta el mundo de una manera fascinante. Su perseverancia y pasión son simplemente un ejemplo a emular (y eso que sólo se trata de un personaje animado).
Sólo puedo concluir diciéndoles que me esforzaré mucho para terminar con esta etapa de mi vida en la cual me he sentido un poco estancado. Daré mi mejor esfuerzo para realizar un trabajo ejemplar del que me pueda sentir orgulloso. No tendré miedo a lo que venga, porque hasta ahora, todo ha sido muy bueno y estoy seguro que si me lo prongo, no dejará de serlo.
Para terminar el último reporte del 2007, justamente durante el último día del 2007, los dejo con tres frases de la serie, muy relacionadas con Hagu-chan. Los animo enormemente a que vean Honey and Clover, lo único que tienen que hacer es entrar a Youtube y buscar, la encontraran muy facilmente y hasta con subtítulos en español. Saludos y espero traerles pronto muy buenas noticias.
"A veces sueño que estoy en un paisaje lleno de cajas. Cada vez que abro una caja surge algo maravilloso (una pintura, una canción, una historia) y la atrapo, la transformo y la hago mía. Pero cuando me doy cuenta, el paisaje se hace infinito como el número de cajas. Mi vida se limita al número de cajas que seré capaz de abrir."
"Ella es capaz de crear cosas maravillosas, cosas que vivirán 100 ó 2o0 años, cosas que vivirán incluso después de que ella haya muerto."
"Una vez, cuando era pequeña, vi a Dios. Fue entonces, cuando por primera vez comprendí la razón por la cual dibujaba, y me pregunté, qué haría si no pudiera dibujar más. Dios mío, si en algun momento tuviera que dejar de dibujar, en ese momento te devolvería mi vida."