Hola a todos. La última semana de mi trabajo pasó muy rápido y cuando menos me di cuenta ya me estaba despidiendo de todos. Aunque fue una despedida muy rápida fue muy emotiva. Sentí como que varias de las personas en el trabajo se habían encariñado mucho conmigo, entre ellas doña Moni, Moni Geminiano, Gaby y Ofe, la contadora extrovertida (que me decía Rata). Don Migue y Chaicito también fueron muy amables conmigo. César también, aunque lo veía muy poco. Y Fidel y Gilberto a quienes menos traté también se despidieron de mi en muy buena onda.
Me la pasé muy bien trabajando con ellos y siento que dejé un buen precedente en la empresa por mi trabajo y empeño. Aunque en las últimas semanas no hubo mucho trabajo y no pude experimentar la presión a la que están acostumbrados a trabajar, y aunque todo el tiempo la pasé en la parte de diseño y sólo pude ver un poco de la impresión y los acabados, no me arrepiento de haber hecho mis prácticas ahí.
El Arquitecto Oralando también se despidió de mi y me entregó un documento para que se lo diera a la encargada de Servicios Escolares, para que en el futuro nuevos practicantes llegaran a trabajar con ellos en las vacaciones. Creo que voy a extrañar el trabajo diario, las bromas, molestar a Doña Moni para que me dejara imprimir en su máquina, ver como el arqui Mayco resongaba siempre con Moni, la risa tan agradable de don Migue, ver las bolsas extravagantes de Gaby, y escuchar los gritos de Ofe. Fue una buena experiencia.
El título y la imagen de este reporte se deben a que una tarjeta como la que aparece en la foto fue la que me dió la profesora Jackie el día que fui a preguntarle si sabía de un lugar para hacer mis prácticas. Con una tarjeta como esa pude llegar un sábado por la mañana a preguntar, y en una tarjeta como esa doña Moni me anotó el teléfono del Arqui O para preguntarle a qué hora debía a presentarme a trabajar el primer día. Es increible la magía que puede derivar de objetos tan pequeños. Gracias a esa tarjeta, pude vivir esta gran experiencia.
Me la pasé muy bien trabajando con ellos y siento que dejé un buen precedente en la empresa por mi trabajo y empeño. Aunque en las últimas semanas no hubo mucho trabajo y no pude experimentar la presión a la que están acostumbrados a trabajar, y aunque todo el tiempo la pasé en la parte de diseño y sólo pude ver un poco de la impresión y los acabados, no me arrepiento de haber hecho mis prácticas ahí.
El Arquitecto Oralando también se despidió de mi y me entregó un documento para que se lo diera a la encargada de Servicios Escolares, para que en el futuro nuevos practicantes llegaran a trabajar con ellos en las vacaciones. Creo que voy a extrañar el trabajo diario, las bromas, molestar a Doña Moni para que me dejara imprimir en su máquina, ver como el arqui Mayco resongaba siempre con Moni, la risa tan agradable de don Migue, ver las bolsas extravagantes de Gaby, y escuchar los gritos de Ofe. Fue una buena experiencia.
El título y la imagen de este reporte se deben a que una tarjeta como la que aparece en la foto fue la que me dió la profesora Jackie el día que fui a preguntarle si sabía de un lugar para hacer mis prácticas. Con una tarjeta como esa pude llegar un sábado por la mañana a preguntar, y en una tarjeta como esa doña Moni me anotó el teléfono del Arqui O para preguntarle a qué hora debía a presentarme a trabajar el primer día. Es increible la magía que puede derivar de objetos tan pequeños. Gracias a esa tarjeta, pude vivir esta gran experiencia.
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